Octubre 28 de 2012
Canalizado por María Claudia
Martín
Si pudiéramos observar
profundamente en nuestro ser espiritual, nos daríamos cuenta que somos mucho
más que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones, “somos energía, somos
vibración de luz.”
Si por un momento lográramos contactar
el ser de luz que somos, nos dedicaríamos a hacer nuestra tarea espiritual en
esta tierra y vivir el día a día sería mucho más sencillo.
En la medida que vamos afinando
nuestra vibración energética y la elevamos nos volvemos mucho más tolerantes,
más sutiles, más armónicos y pacíficos. Debemos comprender que estamos de paso
en esta tierra y que todo lo que acontece en ella no es más que una ilusión,
sin embargo, el momento de actuar para crearla ilusión más hermosa que podamos
es ahora.
Actuar con apoyo del cielo, hace la
diferencia entre utilizar nuestro ego para lograr que otros hagan lo que queremos
y apoyar a los que amamos a vibrar en su propio proceso. Descubrir quienes son nuestros
guías en el espíritu, verlos, sentirlos, escucharlos hará la diferencia entre
vivir sin sentido y encontrar el sentido de vivir.
El cielo está más cerca de lo que
nosotros creemos y si desarrollamos de una manera constante nuestra
espiritualidad podemos tener acceso a nuestros acompañantes espirituales pues
ellos están allí para darnos apoyo.
El ejercicio de hoy, te propone contactarte
con tu ser interior, aquietar tu mente e iniciar el proceso de conexión con el
cielo. No importa que en principio no escuches nada, no veas nada ni sientas
nada, con constancia y amor, estoy segura que lo lograrás.
1. Busca un lugar en donde
la energía esté armónica y te sientas a gusto, puedes encender una vela blanca si
lo deseas.
2. Llama a tus ángeles
guardianes a que te acompañen en este proceso, puedes llamar también a los
acompañantes espirituales que desees.
3. Cierra los ojos y
comienza a recorrer tu cuerpo y a observar como está, si está tenso muy
lentamente llena cada espacio tensionado con luz blanca pidiéndole a tus
músculos que se suelten, se relajen y te apoyen a dejar tu mente en blanco.
4. Observa los pensamientos
que vienen a tu mente y déjalos ir.
5. Pregunta si hay algún
mensaje para ti el día de hoy y simplemente escucha.
El objetivo de esta primera
meditación es relajarte, liberar la mente de pensamientos y comenzar a escuchar
tu voz interior, realízalo con gratitud, fe y amor durante esta semana.
Bendiciones,
No hay comentarios:
Publicar un comentario