Canalizado por María Claudia Martín
Personalmente he tenido muchas oportunidades de perdonar a lo largo de mi vida y los ángeles me han mostrado siempre que el perdón me beneficia a mi misma pues ya no cargo con el peso de las circunstancias así soy más libre.
El perdón es uno de los aprendizajes de vida que más nos cuesta trabajo asumir a los seres humanos, pues generalmente no nos enfocamos en lo que debemos aprender sino en el dolor que nos genera la circunstancia pasada.
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El perdón es la clave para avanzar y aprender puesto que cuando retenemos, odios resentimientos y dolores pasados solamente estamos perjudicándonos a nosotros mismos ya que a veces las personas involucradas ni siquiera son conscientes de lo que está sucediendo en cambio nosotros sufrimos y desgastamos nuestra energía.
Perdonar es un acto diario puesto que todos los días encontramos formas mejores de hacer las cosas, cuando nos equivocamos nos perdonamos a nosotros mismos por nuestras acciones y cuando son otros los que se equivocan también los perdonamos pues comprendemos que todos cometemos errores y esa es la dinámica de la vida.
Perdonar no es poner la otra mejilla y permitir que nos agredan continuamente, significa realizar un acto de amor con nosotros cada vez que necesitamos soltar situaciones que nos separan del amor del corazón y de nuestra propia felicidad.
La semana pasada atendí a un niño muy especial, el tiene nueve años y me preguntó cómo podía extender su potencial de sanación para sanar este planeta y sanarse a él mismo, en ese momento le dí la respuesta que estaba presente para él, sin embargo los ángeles me ampliaron la información afirmando que debemos comenzar por nosotros mismos sanado nuestro corazón y entendiendo que solamente nosotros tenemos el potencial para despertar y sanar.
A lo largo de este camino como terapeuta he encontrado que cuando las personas se liberan de sus miedos, sus apegos y sus juicios del pasado sus vidas florecen y la alegría y la paz retornan a sus corazones.
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